CEC 115: Los misterios de la vida de Cristo son los fundamentos de lo que en adelante, por los ministros de su Iglesia, Cristo dispensa en los sacramentos, porque «lo […] que era visible en nuestro Salvador ha pasado a sus misterios» (San León Magno, Sermo 74, 2).
Tertuliano, un autor del siglo II-III, escribía: «no nacemos cristianos, sino que llegamos a hacernos cristianos».
Por el Bautismo (puerta de los demás sacramentos) somos liberados de la esclavitud del pecado y nos hacemos cristianos, Hijos de Dios y templos del Espíritu Santo. Junto con la Confirmación y la Eucaristía, el bautismo forma parte de los así denominados sacramentos de la Iniciación cristiana. Estos tres sacramentos marcan un itinerario de fe en la Iglesia que permiten avanzar en la vida de la cristiana, cuya fuente y meta es la Eucaristía, presencia real sacramental del Señor de la historia.
Todos estamos comprometidos en la salvación de los hombres. Así lo muestra el mandato del Señor:» Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos» (Mt 28,19-20).
En este año queremos cuidar más nuestra misión, para ello vamos a fomentar el catecumenado de adultos, siendo conscientes que hay cristianos que no han completado su iniciación y que hay muchas personas que todavía no conocen a Cristo.
Todos los que estéis interesados en realizar este camino catecumenal deberéis contactar con el párroco.