AULA DE FORMACIÓN EN LA FE
Salón san Juan Pablo II
Martes de 19 a 20 h.
Temática de este curso: Doctrina Social de la Iglesia
“La Iglesia es experta en humanidad y esto la mueve a extender necesariamente su misión
religiosa a los diversos campos en que los hombres y mujeres desarrollan sus actividades,
enbuscadelafelicidad,aunquesiemprerelativa,queesposibleenestemundo,de
acuerdo con su dignidad de personas.
Por esto la Iglesia tiene una palabra que decir, tanto hoy como hace veinte años, así como
enelfuturo,sobrelanaturaleza,condicionesexigenciasyfinalidadesdelverdadero
desarrolloysobrelosobstáculosqueseoponenaél.Alhacerloasí,cumplesu
misión evangelizadora, ya que da su primera contribución alasolucióndelproblema
urgente del desarrollo cuando proclama la verdad sobre Cristo, sobre sí misma y sobre el
hombre, aplicándola a una situación concreta.
A este fin la Iglesia utiliza como instrumento su doctrina social. En la difícil coyuntura
actual,parafavorecertantoelplanteamientocorrectodelosproblemascomosus
soluciones mejores, podrá ayudar mucho un conocimiento más exacto y una difusión más
amplia del “conjunto de principios de reflexión, de criterios de juicio y de directrices de
acción” propuestos por su enseñanza.
La doctrina social de la Iglesia no es, pues, una “tercera vía” entre el capitalismo
liberal y el colectivismo marxista, y ni siquiera una posible alternativa a otras soluciones
menos contrapuestas radicalmente, sino que tiene una categoría propia. No es tampoco
una ideología, sino la cuidadosa formulación del resultado de una atenta reflexión sobre
lascomplejasrealidadesdelavidadelhombreenlasociedadyenelcontexto
internacional,alaluzdelafeydelatradicióneclesial.Suobjetivoprincipal
es interpretar esas realidades, examinando su conformidad o diferencia con lo que el
Evangelioenseñaacercadelhombreysuvocaciónterrenay,alavez,trascendente,
para orientar en consecuencia la conducta cristiana. Por tanto, no pertenece al ámbito de
la ideología, sino al de la teología y especialmente de la teología moral.
La enseñanza y la difusión de esta doctrina social forma parte de la misión evangelizadora
de la Iglesia. Y como se trata de una doctrina que debe orientar la conducta de las
personas, tiene como consecuencia el “compromiso por la justicia” según la función,
vocación y circunstancias de cada uno” (Juan Pablo II, Sollicitudo rei sociales, 41).